por Pablo Rego En el camino del Yoga, se busca una integración profunda entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Esta práctica milenaria nos invita a entrar en un estado de autoconciencia y de conexión con el entorno. Sin embargo, en un mundo donde los estímulos externos son cada vez más intensos y constantes, algunas personas parecen sentir esta conexión de manera más aguda y profunda. Aquí es donde entran en juego las personas altamente sensibles (PAS), las personalidades divergentes y su relación con el hemisferio derecho del cerebro.
Personas Altamente Sensibles (PAS) y Yoga: Una Práctica para Calmar los Sentidos
Las personas altamente sensibles (PAS) experimentan el mundo de una manera diferente. Son capaces de captar sutiles matices en el entorno que a menudo pasan desapercibidos para los demás. Esta hipersensibilidad se refleja en una mayor respuesta a los estímulos emocionales, sensoriales y sociales, lo que a veces puede llevar al agotamiento mental y físico.
Yoga, en su esencia, actúa como un refugio para quienes sienten el mundo con mayor intensidad. A través de la práctica de asanas, pranayamas y meditación, se proporciona un espacio seguro donde los individuos pueden conectarse con su cuerpo y calmar su mente. Para las personas PAS, la práctica consciente de posturas como Balasana (la postura del niño) o Savasana (la postura del cadáver) puede ayudar a liberar la sobrecarga sensorial y equilibrar el sistema nervioso.
El hemisferio derecho del cerebro, que está vinculado a la empatía y la percepción emocional, juega un papel fundamental en las personas PAS. Este hemisferio procesa de manera profunda las emociones y los estímulos sensoriales, lo que puede llevar a la saturación si no se gestiona adecuadamente. Yoga, al traer atención plena a la respiración y el movimiento, facilita la descarga de tensiones y promueve una reconexión más saludable con el entorno.
Personalidades Divergentes y el Yoga: La Búsqueda de lo No Convencional
Por otro lado, las personalidades divergentes —aquellas que piensan de manera creativa y no lineal— encuentran en Yoga una forma de canalizar su energía y expandir su conciencia. Las personas con un pensamiento divergente tienden a buscar soluciones y caminos no convencionales, y esta capacidad está profundamente relacionada con el hemisferio derecho del cerebro, que fomenta la creatividad, la intuición y la visión holística.
Yoga no solo ofrece un espacio de introspección y silencio, sino que también abre las puertas a la imaginación creativa. A través de la meditación y el pranayama, estas personas pueden explorar más allá de las fronteras de la mente racional, entrando en un estado donde las ideas fluyen con naturalidad. Practicar posturas como Vrksasana (la postura del árbol) o Garudasana (la postura del águila) puede estimular el equilibrio entre ambos hemisferios cerebrales, integrando el enfoque lógico del izquierdo con la creatividad del derecho.
La Importancia del Hemisferio Derecho en la Práctica de Yoga
El hemisferio derecho del cerebro, responsable del procesamiento emocional y sensorial, también está íntimamente relacionado con la intuición y la empatía. En el contexto del Yoga, este hemisferio nos permite percibir el impacto profundo de cada postura, no solo a nivel físico, sino también en nuestro estado emocional y mental.
Las personas altamente sensibles y divergentes suelen tener una mayor activación en este hemisferio, lo que les permite experimentar la práctica de manera más profunda. Sin embargo, también pueden ser más propensas a la sobrecarga sensorial. Yoga ayuda a equilibrar esta tendencia, ya que ofrece una herramienta para desacelerar y reconectar con el momento presente. Las técnicas de pranayama (control de la energía a través de la respiración) y la meditación guiada proporcionan una pausa en el flujo constante de estímulos, permitiendo que el cerebro derecho descanse y se regenere.
En este sentido, podemos decir que el Yoga actúa como un medio para armonizar ambos hemisferios cerebrales, promoviendo un equilibrio entre la intuición y la lógica, entre la creatividad y la estructura. Para las personas PAS y divergentes, esta armonía es esencial para evitar el agotamiento mental y emocional, y para cultivar un sentido de bienestar integral.
Un Camino de Autodescubrimiento y Bienestar
Yoga, al ser una disciplina de conexión profunda entre el cuerpo y la mente, ofrece a las personas altamente sensibles y divergentes una vía para explorar sus propias emociones y pensamientos desde una perspectiva más calmada y consciente. El hemisferio derecho, con su capacidad para procesar las emociones y generar nuevas ideas, encuentra en Yoga un aliado que permite integrar la sensibilidad y la creatividad con la paz interior.
Practicar Yoga regularmente puede ayudar a estas personas a canalizar su energía de manera constructiva, a gestionar mejor los estímulos externos y a nutrir su lado creativo sin caer en la sobrecarga. Yoga no solo se convierte en una herramienta de equilibrio físico, sino también en un medio para fomentar la paz mental y emocional en aquellos que sienten y piensan de manera diferente.
© Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista – Terapeuta holístico
Escritor
Diplomado en Ayurveda
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