El Equilibrio: La danza armónica de las emociones.


por Pablo Rego | El Equilibrio es algo de lo que se habla habitualmente para referirse a un estado de bienestar emocional o psicológico. Si hablamos de equilibrio físico no nos referimos simplemente al hecho de mantenernos erguidos en una postura física, se trata de algo que va mucho más allá. El equilibrio es un estado equidistante de todas las emociones humanas, una danza armónica que nos invita a navegar por las aguas turbulentas de la vida con gracia y serenidad.

En nuestro ajetreado mundo moderno, estamos constantemente enfrentando una serie de altibajos emocionales. La alegría se mezcla con la tristeza, la calma con la ansiedad, la confianza con la duda. Nuestra mente y corazón son como olas en el océano, siempre en movimiento, pero encontrar el equilibrio nos permite abrazar cada emoción sin aferrarnos a ninguna.

El equilibrio no significa evitar las emociones desafiantes; más bien, implica abrazarlas con comprensión y compasión. Al equilibrar nuestras emociones, aprendemos a ser más compasivos con nosotros mismos y con los demás. La compasión es una herramienta poderosa que nos permite conectar con nuestro ser interior y con los demás de una manera auténtica y significativa.

Yoga y el equilibrio.

Yoga, con sus milenarios principios y prácticas, nos ofrece una vía para cultivar el equilibrio en nuestras vidas. A través de la conexión entre la respiración y el movimiento, podemos alcanzar un estado de serenidad que nos permite aceptar y abrazar plenamente todas nuestras emociones.

La práctica de Yoga nos enseña a ser conscientes de nuestras emociones sin juzgarlas. En lugar de resistir o suprimir ciertos sentimientos, aprendemos a observarlos desde una perspectiva neutral. Cuando adoptamos esta actitud de aceptación, dejamos de ser esclavos de nuestras emociones y en cambio, nos convertimos en maestros de nuestro propio equilibrio emocional.

Tadasana o la “Postura de la montaña” es un claro ejemplo de cómo el equilibrio comienza desde dentro. Al estar de pie en esta postura, sentimos la firmeza de la tierra debajo de nosotros mientras extendemos nuestra columna hacia el cielo. En esta posición, nos conectamos con la tierra y el cielo, encontrando el punto medio entre ambos elementos, anclándonos en la realidad y elevándonos hacia el potencial infinito que reside en nuestro interior.

"Tadasana", postura de "La montaña"

El equilibrio en el yoga también se refleja en el principio del "Sthira-Sukha", que se traduce como “estabilidad” (sthira) y “dicha” (sukha). Aunque, tomando como referencia el Sutra 2.46 de los “Yoga Sutras” de Patanjali que reza “sthira-sukham asanam” encontraremos que “[la] postura (asana) [debería ser] estable (sthira) y cómoda (sukha)” por lo que podríamos decir que, en la práctica de Yoga, sthira es “estabilidad” y sukha “comodidad”, tomando como “comodidad” el estado interno en el que hacemos la postura. En cada postura, buscamos encontrar una combinación de estabilidad y bienestar, sin esforzarnos demasiado ni rendirnos demasiado pronto. A través de esta búsqueda de equilibrio, aprendemos a escuchar nuestro cuerpo y a respetar sus límites, evitando caer en el exceso o la negligencia.

Además, el equilibrio en Yoga va más allá de la colchoneta, alfombrilla, tapete o mat. Se convierte en un estado de vida consciente y armónica. Al aplicar los principios de Yoga en nuestras relaciones y decisiones cotidianas, aprendemos a mantenernos ecuánimes en medio de las situaciones desafiantes. Al igual que un árbol con raíces profundas y ramas fuertes, nos volvemos más resistentes y flexibles ante las tormentas de la vida.

En el camino hacia el equilibrio, también es crucial aprender a soltar y dejar ir lo que ya no nos sirve. A veces, aferrarnos a ciertas emociones pasadas o pensamientos negativos puede obstaculizar nuestro camino hacia la paz interior. La práctica de Yoga nos invita a liberarnos de estas cargas emocionales y a vivir plenamente el momento presente.

El equilibrio no es un estado estático, sino un viaje dinámico que abraza todas las emociones humanas con ecuanimidad. La práctica del yoga nos proporciona las herramientas para encontrar ese estado de ser, permitiéndonos navegar por la vida con gracia y aceptación.

Siempre que percibamos vaivenes emocionales resultará una buena idea sumergirnos en la práctica de Yoga, descubriendo así que el equilibrio no es solo un objetivo, sino un camino de autodescubrimiento y crecimiento personal.

Imágenes ©Freepik www.freepik.com

©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Escritor
Terapeuta holístico
Diplomado en Ayurveda

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