Con ciento un años de edad cumplidos la Maestra de Yoga y bailarina de origen francés Tao Porchon Lynch abandonó el plano físico el 21 de febrero de 2020. Hace casi un año compartimos este artículo que cuenta la historia de cómo llegar a vivir largo tiempo y de manera saludable la experiencia de la vida en la tercer dimensión.
Tao Porchon-Lynch, la Instructora de yoga que sigue moviéndose y bailando a los cien años. (Yoga sin Fronteras Magazine 17/04/2019)
AP/ New York | "Un instructor de yoga de cien años de edad no tiene planes de dejar de practicar y enseñar".
Tao Porchon-Lynch, la Instructora de yoga que sigue moviéndose y bailando a los cien años. (Yoga sin Fronteras Magazine 17/04/2019)
AP/ New York | "Un instructor de yoga de cien años de edad no tiene planes de dejar de practicar y enseñar".
Foto©AP |
En un día de primavera en
Hartsdale, un suburbio del norte de la ciudad de Nueva York donde dirige sus
clases, Tao Porchon-Lynch narró que
se encontró con la antigua práctica a los 7 años de edad en su India natal.
Caminando por una playa quedó estupefacta al ver a un grupo de chicos que
practicaban yoga. Cuando su tía le dijo que los movimientos "no eran
femeninos", ella respondió: "Si los niños pueden hacerlo, yo también puedo".
Cuando Porchon-Lynch era una adolescente que ya enseñaba yoga, pudo
explicar cómo respirar de una manera saludable, especialmente a las personas
que se sentaban adoptando malas posturas.
"Yo dije: 'Estás aplastando tus pulmones. Tus pulmones no están abajo en
el ombligo, están arriba'", relató.
Ella también tiene un consejo
para sí misma. “Cuando me levanto por la
mañana, miro el sol y digo: 'Este va a ser el mejor día de mi vida' y acaba siéndolo.
Siempre lo es”.
A principios de este año, el
primer ministro hindú, Narendra Modi,
le otorgó el prestigioso Premio Padma
Shri por sus logros excepcionales.
A pesar de los cuatro
reemplazos de cadera, ella también hace bailes de salón en el estudio de baile Fred Astaire. Y ha aparecido en el
programa de televisión "America's
Got Talent".
Porchon-Lynch vive sola en su departamento suburbano, pero cuando
es necesario, tiene un círculo de atención que incluye a los estudiantes actuales
y formados y amigos, además de los miembros de una sociedad vitivinícola en la
que participa.
"Su vida es un camino de yoga", dice Sylvia Samilton-Baker, su estudiante de yoga que también es
instructora. Y eso se reduce a simplemente a respirar, lo que mantiene a Porchon-Lynch ágil cuando se acerca a los
ciento un años de edad que cumpliría el 13 de agosto.
"El aliento nos está enseñando, escúchalo", dice ella. “Siente cómo tus pulmones se expanden hacia
afuera, estira tus manos hacia el techo y siente la energía allí. Respira el aliento
de la vida y exhala paz".
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