por Pablo Rego | Con un sonido particular que busca la belleza y la magia, el
tecladista, compositor, arreglador, productor Timothy Wenzel presenta su nuevo álbum “Running Away” en el que continúa demostrando ser uno de los músicos
más destacados de la New Age. Además de su estelar presencia en el piano y
sintetizador, el disco cuenta con la activa participación de Josie Quick en violín, Jill Haley en corno inglés y oboe, y Jeff Haynes en percusión.
En un clima en el que se respira liviandad, como si la
música creara una nave sutil sobre la cual viajar como flotando por encima de
la superficie de valles y montañas, de ríos y bosques de una manera consciente
y alegre, los temas de “Running Away”
llevan al oyente a un clima de ensueño en el que cambia la relación de la
consciencia y el tiempo.
Wenzel, quien es un
ex investigador científico exitoso, usa su música para explorar los principales
conceptos universales, así como las filosofías, los sentimientos y las
aventuras que pertenecen a nuestra vida diaria. Musicalmente, Wenzel pone el mayor énfasis en el
piano, al que ha tocado toda su vida, pero también es un maestro del sintetizador,
lo que le permite potenciar sus partes de piano con los sonidos de una amplia
variedad de instrumentos diferentes (incluyendo, en "Running Away", flauta, guitarras, cuerdas, bajo y más).
Con melodías simples, pero emotivas, "Running Away" propone, por momentos, un salto a la música medieval,
con una cadencia en sus temas que nos remonta a un tiempo pausado, más andante
y menos vertiginoso que el contemporáneo, con unas armonías simples, pero
llenas de belleza y representantes de un mundo apacible y con límites en
expansión.
"La canción
principal de mi álbum "Running Away"
se inspiró en una fantasía que creo que mucha gente tiene", explica Wenzel, "la idea de comenzar una nueva vida, escapar de los problemas y todo su
estrés, tal vez escapando a otra parte del mundo y creando una vida diferente,
dejando todo atrás. Lo bueno del arte, como la música, es que puede facilitar
el escapismo mental y las fantasías".
Wenzel también se
ha convertido en un experto como arreglador y productor, y a menudo trae a
otros músicos para que le ayuden con sus puntos de vista. En "Running Away" se le unen varios
invitados especiales: la violinista Josie
Quick que toca en nueve canciones (también apareció en sus últimas dos
grabaciones), Jill Haley en corno inglés
y oboe (en cinco canciones) y el percusionista Jeff Haynes (en seis canciones). Quick es miembro de los grupos progresivos “Perpetual Motion”, “The
Coyote Poets of the Universe” y “Frontera
String Quartet”. Haley es pionero de la música New Age con numerosas grabaciones solistas y colaboraciones
reconocidas en su haber. Haynes ha
tocado con cientos de los mejores actos en los géneros de New Age (Will Ackerman, Fiona Joy), pop (Joni
Mitchell) y jazz (Pat Metheny, Cassandra Wilson).
“Running Away”
sigue a los álbumes anteriores de Wenzel,
“Mountains Take Wing” (en el que
exploró la tierra y la naturaleza), “ACoalescence of Dreams” (centrada en los sueños y nuestro viaje personal), “River Serene” (un río que fluye sirve
como una analogía para la vida), “Summonthe Wind” (utilizando la metáfora del viento para explorar las fuerzas
dominantes de la vida), “Distant Horseman” (extendiendo los pensamientos sobre la vida para incluir todo el
universo) y “What We Hold Dear”
(música que captura personas, lugares y momentos significativos). También tiene
un CD a dúo, “Such a Long Time”, con
la cantante Anne Cozean.
Siempre hay un elemento visual dentro de la música de Wenzel que a menudo se inspira en
sueños, películas, historias y paisajes naturales. Además, como amante de la
fotografía, para cada melodía, por lo general, busca una obra de arte apropiada
que pone a disposición para ver en su sitio web.
©Pablo Rego
“Running Away” está
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