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por Pablo Rego | Los dolores en la zona lumbar son
muy habituales en estos tiempos. Hay diferentes razones para crear tensión en esa
área del cuerpo, pero, fundamentalmente, lo que crea allí el foco del dolor es
el reflejo físico de nuestra actitud mental o psicológica con respecto a los
recursos materiales.
En la base del tronco se
encuentra el chakra raíz (muladhara). Este chakra es un plexo energético que rige la energía de
nuestro comportamiento con respecto a situaciones relacionadas con la
supervivencia, “el techo y la comida”, la Tierra, las cosas materiales de la
realidad que nos rodea. En el artículo “Laestructura energética del cuerpo, sus principios, equilibrios y desequilibrios”
se explica con más detalle la ubicación y función de cada chakra.
Resolver estas cuestiones no
siempre tiene que ver con tener trabajo y/o dinero suficiente sino, más bien,
con la relación que tenemos con esos aspectos de la existencia. Podemos tener
aparentemente resueltos estos temas, pero si nos sentimos agobiados o tenemos
miedo a perder lo que hemos conseguido o heredado o, por el contrario, querer
siempre más, todo ello puede afectarnos y crear en nuestro cuerpo físico
dolores lumbares, hemorroides, problemas en las articulaciones de los miembros
inferiores, etc.
También puede darse el caso de
que no seamos capaces de mantener los logros materiales obtenidos, tomando
malas decisiones, o que, al faltarnos recursos básicos, en lugar de dedicarnos
a resolver concretamente esos temas caigamos en situaciones como la depresión,
abulia, falta de apetito e impotencia sexual, etc.
Una buena manera de normalizar el
chakra raíz, liberando o recargando la energía necesaria para equilibrar esta
parte del cuerpo energético y su correspondiente consciencia de sanación en el
cuerpo físico, es realizar actividades que movilicen esa región.
La falta de actividad de las zona
lumbar (muchas horas sentados o acostados con excesiva tensión en la mente por
la preocupación de resolver problemas) sumada a la tensión emocional crean una
rigidez que solidifican el conflicto.
Realizar ciertos ejercicios de
yoga, chi kung o tai chi, danzar (no hace falta ir a baile, aunque, por
supuesto, ayudará tener una rutina al
respecto), liberar el cuerpo dejándonos llevar por una música real o
imaginaria, caminar con pasos amplios y sueltos, practicar sexo de una manera
activa y liberando la sensualidad, entre otras actividades que muevan las caderas,
irán deshaciendo el trauma energético, nos liberará de los dolores físicos y
nos permitirá cambiar de perspectiva para resolver los conflictos que tengamos
con el mundo material.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta Integral
Diplomado en Medicina Ayurveda de India
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