por Pablo Rego | La transformación viene de la práctica, de la acción, de la aplicación de la energía en un hecho concreto. Otras cosas podemos hacer: hablar de Yoga, decir que vamos a ir a Yoga, que hacemos Yoga o que queremos hacer, pero lo que realmente va a crear efectos y cambiar la realidad es la práctica concreta y consciente.
El gran Swami Sivananda dijo que
“un gramo de práctica pesa más que una tonelada de teoría” y es porque la
práctica es lo que transforma la realidad que queremos transformar más allá de
la conceptualización mental de la misma.
Para que nos pasen cosas
diferentes es necesario realizar acciones distintas. Cuando buscamos en Yoga
una actividad para cambiar algunos aspectos de nuestra realidad –insatisfacción
permanente, nerviosismo, debilidad física, dolores permanentes, ansiedad,
sobrepeso, rigidez, estados emocionales como la ira o la depresión,
enfermedades declaradas o que comienzan a manifestarse, etc.- lo primero es la
práctica con todo lo que ello conlleva.
Darnos el tiempo para realizar
periódicamente una sesión de yoga es abrir una grieta en la realidad que no nos
conforma para comenzar a cambiarla. Esos momentos dados a relajarnos, a
concentrarnos en nuestro ser, a viajar hacia adentro son pausas en el tiempo
para que podamos sentirnos de otra forma. Y en ese estado, realizar los
ejercicios concretos, usando nuestro cuerpo y sus recursos, orientando la mente
hacia un destino de realización y bienestar, nos conduce a vivir la realidad
desde otro lado, como otra experiencia.
La transformación es un camino
consciente, que sólo es posible con el aprendizaje de unos nuevos hábitos que
nos ayuden a dominar nuestra conducta y emociones, nuestro sistema nervioso,
fortalecer la voluntad para comenzar a elegir de apoco otras experiencias.
Y todo el tiempo estará ahí ese
espacio dedicado a la práctica, ya que es en ella que se va creando la nueva
percepción que nos puede llevar al cambio o al equilibrio físico, mental y/o
emocional en el resto de nuestra vida.
Sala de práctica de Yoga de "Yoga sin Fronteras" en "Luz de Pueblo" © 2015 - Iriarte, Prov. de Buenos Aires, Argentina |
Las posturas (asanas) de Yoga
están pensadas y diseñadas para movilizar la energía que se aloja en las fibras
musculares de todo el cuerpo, tanto en órganos como en músculos estructurales.
Las combinaciones de ejercicios y respiración consciente desarrollan el poder
metabólico del cuerpo, creando un ámbito cada vez más saludable para nuestras
células y su desarrollo. La relajación profunda y la meditación actúan
sutilmente en la organización equilibrada de los centros de energía y su
armonía.
La constancia y la paciencia son
sin dudas necesarias para llegar a percibir verdaderos cambios en nuestro ser.
Lo bueno es que el Yoga nos proporciona herramientas para lograr esos estados y
si los dejamos actuar conseguiremos crear un círculo virtuoso que nos impulse a
conseguir el cambio a mediano y largo plazo.
De apoco, la práctica del Yoga
nos va llevando a nuestro equilibrio original y cuando ésta práctica se
transforma en un hábito podemos mantenernos allí mucho más fácilmente. Y al
estar en nuestro centro, podemos elegir desde allí, podemos actuar desde ese
lugar para conseguir que las cosas que hacemos, las relaciones que podamos
tener y la forma en la que nos relacionamos con las personas y situaciones que
nos rodean se adecuen mucho más a nuestras necesidades verdaderas, por lo que
conseguiremos, a través de ese camino, construir un mundo en el que podamos
encontrar mucho más bienestar y, por qué no, felicidad.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga (Federación Internacional de Yoga)
Terapeuta Masajista Integral
Diplomado en Ayurveda
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