…por muchas razones, algunas profundas y espirituales que es inútil intentar explicar.
Cuando llegué a Valencia lo hice con la firme convicción de organizar un nuevo espacio de Yoga en la ciudad en el que poder guiar sesiones y transmitir algo de lo que en mi camino de práctica, reflexión y búsqueda interior pude haber aprehendido.
Espacios como éste se abren para ser habitados por personas, con todo su universo y voluntad, con sus deseos, temores e inquietudes. Y ocurrió. Un hecho que ha resultado para mí de una riqueza y profundidad entrañables.
Mi convicción trascendió la idea primera de abrir un espacio -mi estudio Yoga sin Fronteras en el céntrico barrio de Cánovas- y me tocó participar, impulsar y/o aportar la energía necesaria para que al final se abrieran otros cuatro espacios en diferentes zonas del centro de la ciudad que me permitieron llevar el Yoga a más practicantes.
Cada uno de los seres que ha pisado mi estudio o cualesquiera de los que tuve el honor de conducir en las sesiones en este tiempo en Valencia, en el único y profundo estado que sólo es posible alcanzar mediante el Yoga, ha sido para mí motivo de entusiasmo, de sentir vital, de renovación de la fe en el Yoga y de amor.
Siento el impuso de agradecer la presencia de todos los practicantes de yoga que me permitieron ser su guía en este tiempo, los que apoyaron en mayor o menor medida el desarrollo de mi estudio, los que supieron aprovechar cada oportunidad para encontrarse, los que pasaron y probaron, y a todos por la oportunidad de compartir ese estado mágico y espiritualmente profundo del Yoga, esperando que mi acción les haya sido provechosa para el crecimiento personal y espiritual… o simplemente una grata experiencia.
Siento el impuso de agradecer la presencia de todos los practicantes de yoga que me permitieron ser su guía en este tiempo, los que apoyaron en mayor o menor medida el desarrollo de mi estudio, los que supieron aprovechar cada oportunidad para encontrarse, los que pasaron y probaron, y a todos por la oportunidad de compartir ese estado mágico y espiritualmente profundo del Yoga, esperando que mi acción les haya sido provechosa para el crecimiento personal y espiritual… o simplemente una grata experiencia.
A los empresarios, emprendedores, gerentes, encargados de organizar, de Advaya, Amparo Pilates, Calma Balneario y Centro Ariadna les agradezco la confianza y la oportunidad de crear los espacios de Yoga que espero continúen existiendo y creciendo luego de mi partida.
Cuando a partir de febrero continúe mi camino en Buenos Aires, llevaré en mí la huella de lo que cada ser, más allá de su función, personalidad o camino particular, haya entregado al universo para ser recogido en parte por mí.
Continuaré con la práctica y difusión del yoga, camino que siempre tendrá en el tiempo de mi permanencia en Valencia ese paso único e irrepetible en su historia.
Gracias…
Pablo Rego
Profesor de Yoga
Terapeuta holístico
Diplomado en Medicina Ayurveda
Pablo Rego
Profesor de Yoga
Terapeuta holístico
Diplomado en Medicina Ayurveda
4 comentarios:
Bueno, Pablo las gracias te las debo dar yo a ti por lo mucho que sabes transmitir en tus clases y porque como buen conocedor del yoga que eres transmites mucho más que unas enseñanzas sobre asanas o saludos.Tú implicación es muy grande y eso se percibe desde el interior del alumno. Te doy las gracias de nuevo y se les doy a dios por haberte puesto en mi pequeño camino hacia el yoga y el autoconocimiento.
Ha sido un placer poder compartir contigo mi iniciación al yoga. Siempre podré decir que has sido MI PRIMER maestro de yoga. Justo en el momento que mi crecimiento como persona y mi búsqueda interior me lo pedía. Sigo desarrollándome por este camino en el que me has iniciado. Es la mejor recompensa que te podemos dar los que seguimos aquí en Valencia esa busqueda de nuestro interior. Y lo más importante: contagiemos, contagiemos, contagiemos...porque, como dice un proverbio africano: "personas pequeñas, viviendo en un pueblo pequeño, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo". Luchemos por ello. Merece la pena. Un abrazo desde Valencia.
Querido profesor,
Ha sido único el tiempo compartido. Esas clases únicas serán difíciles de olvidar. Gracias por tanto, he aprendido mucho de mí misma, a escucharme y a estar mejor cada día. Te deseo lo mejor! Un abrazo grande.
Hols Pablo!
Se te echa de menos por Valencia. No encontramos alguien que cree esos climas que tanto disfrutábamos con el grupo de los chicos de la oficina. Un abrazo fuerte! y gracias a ti!
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